J9 – Mazars vs Sosfe

Seis goles del killer auditor permitieron a Mazars salir con matrícula de honor de una jornada de desenfreno en el Luis Aragonés. La goleada empezó a moldearse desde los primeros compases de un duelo sumido en un ida y vuelta, con un sinfín de ocasiones que abultaron el marcador hasta un 10-3 que pudo ser incluso mayor.

El gran protagonista de la noche del lunes en la Liga Clausura fue, para deleite de Mazars, un Rubén Serrano tocado con el preciado don del gol. El bonito vaivén de ocasiones en medio de los estrechos márgenes del Luis Aragonés generó el escenario idóneo para que el goleador luciese su zurda. Un total de seis tantos (un ‘hat-trick’ en cada parcial) bajo su autoría reinaron en un enfrentamiento sin pausa que se llevó por delante los planes de Sosfe.

Menos de tres minutos necesitó Rubén Serrano para abrir la lata en un encuentro que ya empezó revolucionado. Inmediatamente después pudo convertir el segundo, pero el travesaño le negó el paso y permitió que Sosfe, por primera y única vez en el partido, consiguiera devolver la igualada al resultado con el 1-1 de Jaime Estramiana tras un saque de banda que buscó el área directamente.

La alegría en Sosfe duró lo mismo que un parpadeo, y es que por aquel entonces Rubén Serrano ya se había entonado para rebañar el 2-1 tras un rechace a centímetros del arco. El ‘31’ se mostró desatado, siempre enfocado a la meta rival, y no cesó en su empeño de marcar también el 3-1, un auténtico golazo que neutralizó cualquier intento de Óscar Báez de frenar su sensacional galopada. La actuación del delantero ya tomó unos tintes de ser memorables en el primer periodo, en el que todavía hubo tiempo de presenciar el 4-1 que coronó Carlos Pulpillo con un latigazo desde fuera del área que sorprendió al portero a base de potencia.

El guion no se modificó lo más mínimo a la vuelta del descanso. Rubén Serrano, marcando un ritmo inigualable, embocó también el 5-1 en un mano a mano con demasiadas facilidades para él. El juego, directo a más no poder, perdió por completo la cordura en los minutos sucesivos. Y es que hasta cuatro goles en minutos consecutivos engrosaron el marcador hasta el 7-3: primero Víctor Fuentes recortó distancias para Sosfe tras un fantástico robo de balón en zona delicada; respondió de corrido Ignacio del Pino en un rápido contragolpe que dejó dolorido a Rubén Serrano por una dura entrada que le costó la amonestación a Diego Caballero; volvía a rebajar la brecha Salvatore Cospito culminando una buena combinación publicista de una banda a otra; y para finiquitar esta locura reapareció Rubén Serrano, finalizador del séptimo tanto de Mazars con rabia después de que el marcaje sobre él hubiese propiciado varias fricciones.

Pese al desmadre, aún restaba más de cuarto de hora para la conclusión, por lo que en este duelo sin defensas la sangría de goles continuó. Con el partido ya sobradamente decantado, las últimas definiciones cayeron todas a favor de un Mazars que alcanzó la decena de dianas. Andrés Ibáñez no tuvo piedad para realizar el octavo frente a un guardameta vendido en inferioridad, Ignacio del Pino cabeceó a la red el gol más rocambolesco de la noche tras un despeje fuerte de Jorge González y, cómo no, Rubén Serrano volvió para ponerle la puntilla al resultado con el incontestable 10-3. Los auditores regresaron a la senda del triunfo a lo grande tras encadenar cuatro derrotas consecutivas y, con ello, consiguen superar al propio Sosfe en la clasificación del grupo 7 del Clausura.