J3 – Esri vs Securitas Direct Contact Center A

Victoria por la mínima, pero con muchos goles (4-5) la que se llevó Securitas Direct Contact Center A frente a Esri, que estuvo a punto de remontar. El partido tuvo goles, penaltis y muchas ocasiones.

Victoria de mérito la conseguida por Securitas Direct Contact Center A en Montecarmelo en esta segunda jornada del Grupo 10 de la Liga Clausura. Se impusieron 4-5 en un gran partido a Esri, que venía de golear en la semana anterior. Desde el comienzo del partido se pudo ver que iba a ser un interesante encuentro cargado de goles. Tan solo cinco minutos, fue lo que tardó en llegar el primero. Aaron Martín adelantó a Esri rematando a placer, al segundo palo, un pase colgado desde la banda por Giovanni Diaz donde la zaga de Securitas Direct Contact Center A se quedó en cuadro.

El propio Aaron tuvo el segundo en sus botas muy poco después. Disparo con el interior desde fuera del área que acabó desviando por la mínima David González. Una acción que sería preludio del gran partido que terminaría haciendo el jugador de azulón a pesar de la derrota.

El empate llegó de la mano de Sergio Carchenilla, un nuevo fichaje de Securitas Direct no tardó en estrenarse a lo grande. Miguel Vaquerizo se dio la vuelta en la frontal del área y filtró un pase entre líneas para que Sergio Carchenilla llegase desde la derecha como un auténtico misil para pegarle en carrera y mandarla al fondo de la portería defendida por Ángel San Miguel.

Poco después, Jon Guedes se unió a la fiesta goleadora para poner a su equipo por delante por primera vez en el partido. La combinación con Sergio Carchenilla fue diabólica. El pasador encontró al goleador con un pase filtrado que le dejó solo ante el guardameta. El buen rollo se notó en la celebración y el 1-2 ondeaba en el marcador. Lejos de bajar los brazos ante esta remontada, Esri terminó la primera parte queriendo y teniendo la pelota. Dominó la posesión y al borde del descanso consiguió el empate a dos. Mario González mostró que tiene mucha clase en su pierna derecha. José Antonio Gómez la puso desde la banda izquierda tras un saque de esquina mal efectuado y Mario llegó para rematarla con un sensacional giro de tobillo. Antes del descanso, Giovanni Diaz tuvo otra ocasión. Corrió la banda derecha, algo que no dejó de hacer en todo el partido, en busca de un balón largo que puso en apuros a defensa y guardameta hasta tal punto que Alberto Baratas tuvo que salir a despejar el esférico de cabeza.

En el segundo período, el conjunto visitante consiguió darle la vuelta al marcador con algo de fortuna. El balón rondaba los pies de Miguel Vaquerizo en faceta defensiva. Este, decidió jugar el balón en largo, un balón que se fue envenenando en el aire y cogió rumbo a la portería de Ángel San Miguel. Al arquero le pudieron los nervios, no midió bien el salto en busca de atrapar la pelota y la acabó metiendo en su propia portería.

Reclamó el gol como suyo Miguel Vaquerizo, pero el colegiado se lo denegó. Cosa que no le puedes hacer a un jugón porque se pica y te marca otro y efectivamente, eso fue lo que pasó. Miguel Vaquerizo, muy poco después, anotó su golito. Jugada muy elaborada de Esri que no acertó a rematar a portería Aaron Martín y tras la cual el jugador de Securitas Direct montó una contra de manual para acabar anotando. Por si este no hubiera sido suficiente castigo para los visitantes, llegó el quinto. Carlos Moreno, que debutaba hoy con Securitas Direct Contact Center A, culminó su gran partido con este tanto. Regateó con la zurda y le pegó con la diestra, imparable.

De manera sorprendente, en los minutos finales hubo un arreón de orgullo de Esri. Los jugadores con rayas azules y negras se vinieron arriba y llegaron a creer en la remontada. El líder de esta caballería fue Aaron Martín que se fue a casa con un hat trick, pero no pudo conseguir la victoria para su equipo. El primero de los goles de este doblete express fue gracias a un buen posicionamiento en el segundo palo, donde cazó un rechace y el segundo de penalti. José Grados la tocó con la mano, el árbitro señaló el punto fatídico y Aaron Martín no perdonó. Lo que pudo ser y no fue. Un arreón final que no sirvió para consagrar la remontada. Remar para ahogarse en la orilla.