J9 – Credit Agricole vs Capgemini Invent

Los visitantes arrollaron a sus rivales en la noche de ayer en un encuentro marcado por la poca eficacia de ambos elencos. Las llegadas fueron continuadas, pero la falta de acierto nos llevó a ver un partido sin demasiados goles para lo que estamos acostumbrados.

Choque de estilos en Montecarmelo entre dos equipos parejos que querían obtener una victoria importante de cara a reforzar la moral para lo venidero. Credit Agricole inició el choque confiado, pues sus adversarios contaban con tan solo seis hombres cuando el colegiado dio el pistoletazo de salida a la porfía, por lo que ese jugador más debía notarse para lograr imponerse rápido en el marcador.

Esa era la teoría, la práctica nos llevó a abrir los ojos y observar la realidad con detenimiento, y es que los locales fueron incapaces siquiera de llamar a la puerta para pedir paso, por lo que los primeros minutos se saldaron con la friolera de cero ocasiones en ambas porterías. Algo que cambió con la llegada del séptimo de caballería de Capgemini Invent, que igualó las fuerzas y logró que su equipo diera un paso al frente hasta el punto de lograr llevarse el gato al agua y abrir la lata. Ricardo Muñoz fue el encargado de poner a los azulones por delante tras recoger un balón botando en la frontal y empalarla de volea, picada, a la escuadra.

Celebraciones aparte, el partido en clave Credit Agricole se estaba poniendo negro, pues sus oponentes no dejaban de llegar y acumular ocasiones de peligro sin que nada pudieran hacer para contrarrestar estas internadas, hasta que al final, Roberto Palacios aumentó la ventaja y empezó a hacer que los locales viesen todo demasiado cuesta arriba. Aunque los blancos no son un equipo que se achique pronto, y a base de coraje y corazón, llegó el gol que les metía de lleno en el partido a tres del descanso, obra de Carlos Sánchez, que mandó a guardar el cuero en un uno contra uno tras un error defensivo.

Ya en la segunda mitad, todo se igualó, pues el miedo a perder hacía que las piernas se agarrotasen un poco, además, la falta de recambios en Capgemini Invent provocaba que sus jugadores tuvieran que dosificar su físico para llegar enteros al tramo final de choque. Algo que no pareció pasarles factura en lo que a llegadas se refiere, porque si bien dejaron algo más de facilidades a Credit Agricole en su propia área, en la contraria se mostraban sólidos y con colmillo, algo que poco después iba a traer premio.

A los casi diez minutos del segundo acto cuando los visitantes hilvanaron una gran jugada por todo el campo, la cual terminó con un centro puesto al corazón del área desde la derecha y Javier Benítez, dispuesto a entrar en la historia del partido, presentó un testarazo precioso para poner la pelota a contrapié de García Rueda, que nada pudo hacer salvo recoger el cuero del fondo de la red.

Los azulones habían destapado el tarro de las esencias, y además habían encontrado la fórmula para provocar el fallo rival y volar. Credit Agricole se creía dominador del juego, sin saber que estaba picando el anzuelo que Capgemini Invent había puesto al regalarles la posesión y aguardar agazapados el momento de descoser su desprotegida defensa. Y, de esta manera, llegó el gol que sentenció el encuentro con una jugada de tiralíneas, de lado a lado, que terminó culminando el bigoleador Ricardo Muñoz a placer. Tras esto, y con todo el pescado vendido, la escuadra local adelantó líneas en busca de un milagro, o al menos un gol que les hiciera llevarse un sabor algo menos amargo a casa, y consiguieron su objetivo a poco de encarar el túnel de vestuarios gracias al tanto de Jon Max, quien hacía justicia a lo visto en el terreno de juego, pues su equipo no merecía un duro correctivo.