J3 – American Express vs AIS Financial Group

Partido que tuvo de todo en Trivema Park, donde hubo alternancia en el marcador, American Express pareció decantarlo y AIS Financial, sobre la bocina, logró llevarse un punto para su casillero.

Tremendo encuentro el que nos regalaron American Express y AIS Financial anoche. Dos equipos igualados, poderosos, verticales e intensos, o lo que es lo mismo, una mezcla de ingredientes perfectos para un espectáculo a la altura de lo que merecíamos los allí presentes, deseosos de ver buen fútbol y goles.

Arrancó el choque con el campo ciertamente inclinado sobre la portería defendida por Borja Borras, meta de AIS Financial, que tuvo que empezar a intervenir desde muy pronto, puesto que American Express había salido con la directa, queriendo abrir la lata temprano para coger aire y confianza. Un tanto que no aparecía por la falta de eficacia de los azules en la parcela ofensiva, y poquito a poco, como quien no quiere la cosa, los visitantes empezaron a despertar de la mano de un gran Fran Guiral, que se apuntaba a todo y comandaba los ataques de su equipo.

El tiempo pasaba y el número de ocasiones decrecía por momentos, el duelo se encontraba en una zona de reposo en la que ningún equipo conseguía meter mano a su adversario, hasta que una jugada a balón parado lo cambió todo, como tantas veces en este maravilloso deporte. Bueno, más que una jugada de estrategia fue una genialidad de Mario Dawra, que desde el rincón de la bandera decidió lanzar directo y sorprender a todos, colando el esférico en la portería y adelantar a AIS Financial al filo del descanso.

Así nos fuimos al entretiempo, y nada más volver nos encontramos con la reacción local. Primero en forma de fallo garrafal con un tiro dentro del área pequeña que fue al muñeco y Borras logró despejar a córner, y luego ya sí, con el gol que igualaba la contienda. Víctor Galán fue el más pillo de la clase y metió la puntera cuando el cuero se paseaba por el área sin dueño. Ahora sí, American Express se lo creyó y se fue a por el segundo, el cual llegó prácticamente al minuto, cuando Félix Slammberger se llenó de valor y se convirtió en la persona más optimista del lugar, probando un disparo lejano que se dirigía mansamente a las manos de Borja Borras, quien, de manera inexplicable, no lograr blocar el balón, se le resbaló y terminó entrando en su portería. El fallo del salvador de la noche para los visitantes dejó grogui durante un tiempo a AIS Financial, que quería ir al ataque, pero las urgencias no fueron buenas compañeras de viaje y les llevaron a cometer pérdidas en zonas de peligro que exponían en demasía a su zaga y a Borras, que pese al fallo siguió mostrando un gran nivel.

La recta final ya asomaba algo más que los dos pies cuando los blancos se lanzaron a tumba abierta a por el empate, descuidando y desconectando de la zona defensiva, y tras una llegada de relativo peligro azulón, se produjo el saque de esquina que nos llevaría al 3-1 y dejaría un paisaje muy negro para los intereses visitantes. Miguel Veloso solo, libre de marca, remató en el segundo palo un centro-chut de un compañero desde la zona izquierda del ataque. A falta de dos minutos, la distancia se acababa de aumentar a dos tantos.

Pero eso no fue suficiente para romper la fe inquebrantable de AIS Financial, que siguió compitiendo hasta el final, y en la jugada prácticamente contigua al gol, llegó el 3-2. Pedro Sánchez dio alas a los suyos definiendo dentro del área un balón asistido desde la izquierda. Había vida, quedaba un minuto, por lo que esperanza sobraba, y en ese arrebato apareció un nuevo saque de esquina que botó AIS Financial desde la izquierda, Borja Borras se incorporó en busca del remate con sus más de dos metros de altura, pero curiosamente el balón le llegó al pie, trató de reventarla, con la fortuna de que el balón salió en una dirección equivocada y se convirtió en asistencia en los pies de Fran Guiral, que de primeras y con la zurda la mandó a guardar para el delirio visitante.

El árbitro de la contienda señaló el final y ambos equipos se dieron la mano con deportividad, con los locales sabiendo que se les acababa de escapar la victoria y con los visitantes orgullosos del trabajo realizado y el premio final.