J5 – Waylet vs Marsh

La escuadra naranja hizo valer su mayor acierto de cara a gol para llevarse un duelo muy parejo en el que siempre llevó la iniciativa en el marcador pero terminó pidiendo la hora.  Nicolás Díaz puso emoción con el 4-3 definitivo pero el empuje de Marsh en la recta final del choque se quedó sin premio.

Para ganar hay que creer y quizás eso fue lo que le faltó a un Marsh que fue de menos a más y cuando se dio cuenta de que podía llevarse el partido no tuvo suerte en los metros finales. En frente tuvo a un rival duro de roer como Waylet, con una enorme capacidad física, mucho oficio y las ideas muy claras. Arropados atrás con sus líneas juntas, los naranjas pronto enseñaron sus cartas con balones en largo para que Marius Lulea recibiese de espaldas y repartiera juego en los metros finales con llegadas de segunda línea. El ariete fue un auténtico quebradero de cabeza para la zaga negrota. Primero le anularon un gol por falta previa, poco después el arquero le negaba el gol tras una buena maniobra dentro del área y en la siguiente habilitó a Cristian Rubio pero el zurdazo del 4 no encontró la portería de Rodrigo Iglesias.

Por más que Guillermo Iglesias intentó poner sentido al juego negrota en la medular, a Marsh le costó mucho asociarse en tres cuartos para penetrar la muralla naranja. Intentaban amasar sus jugadas pero apenas inquietaron con un remate desde la frontal del propio Guillermo que se fue por encima del larguero tras un libre indirecto dentro del área. Todo lo contrario que Waylet que no necesitaba adornarse para ver portería y más con la entrada de Gonzalo Gutiérrez. El 16 cambió la cara a los suyos en el centro del campo y un zurdazo suyo desde fuera del área puso el 1-0 en el marcador.

El gol despertó a Marsh, que dio un paso al frente y se fue en busca del empate. Lo rondó en una doble ocasión en la que Leandro sacó una gran mano abajo a disparo de Bartolomé Redondo y en el posterior rechace Cercas estrelló el balón en el poste. Y lo encontró gracias a la inestimable colaboración del meta orange, que parecía tener aceite en los guantes y no acertó a atajar un remate de cabeza inofensivo de David Casado tras un saque de banda. Pero la ventaja duró lo que tardó Gonzalo Gutiérrez en poner el balón en el punto central y sacarse un misil directo a las redes de Iglesias. El golazo del 16 esta vez tuvo rápida respuesta y en la siguiente acción Casado igualó la apuesta haciendo el 2-2 al rematar de primeras un centrochut de Guillermo Iglesias. Empate a dobletes.

Poco cambió el decorado en la segunda mitad, Marsh trató de llevar el peso saliendo siempre desde atrás mientras que a Waylet no le importó que su rival tuviese más tiempo el balón y mantuvo su apuesta de cerrar filas en el centro del campo a la espera de cazar contragolpes. Gonzalo volvió a enseñar su cañón con un zapatazo que esta vez pudo despejar Iglesias a córner y poco después los naranjas sacaron brillo a la pizarra para ponerse por delante. Marius botó en corto una falta y el centrochut de Gonzalo fue empujado en boca de gol por Víctor García. Y solo cinco minutos después era el propio Marius quién lograba el 4-2 al cabecear a la red un centro perfecto desde la esquina. Cuestión de pegada.

Fue entonces cuando Marsh se lanzó sin complejos en busca del milagro. Nico Díaz se echó al equipo a la espalda y contagió con su empuje a sus compañeros. Poco a poco los negrotas embotellaron a un rival que terminó achicando agua por más que Marius pudo sentenciar con otro latigazo que hizo trabajar a Iglesias. En el otro área Antonio Aguilar no acertó a finalizar una gran jugada colectiva y tuvo que ser Nicolás Díaz quién pusiera picante convirtiendo el 4-3 con un remate de zurda a pase de Guillermo. Restaban cinco minutos y tuvieron ocasiones para hacer un empate que bien merecieron. Un disparo de Bartolomé que desvió Leandro a córner, un remate de Nico en el saque de esquina que se fue junto al larguero y otra intentona de Casado que despejó el arquero fueron las últimas balas de un Marsh que se fue de vacío pero con la sensación de haberse dejado todo en el campo.