J2 – The Cocktail vs Mercury

A los 7 minutos, los locales ya mandaban por 2-0. Una distancia de goles que los visitantes no iban a poder recortar. Si bien parte de su éxito estuvo en el trabajo colectivo, hay dos jugadores que es conveniente destacar. Alfonso Mata fue uno de los ejes principales de los ataques cockteleros, mientras que Tsvetozar Petrov se erigió como un auténtico valladar en la línea defensiva.

La consultora de proyectos digitales tenía todavía en mente su reciente eliminación por Mercury en cuartos de final de la Liga Apertura. Sus jugadores respondieron al desafío y supieron estar a la altura de las circunstancias casi en todo momento, tomándose la revancha en la jornada 2 del Clausura. Con su triunfo de este lunes, The Cocktail se destaca a la cabeza del grupo 8.

Sobre el tapete del colegio Alameda de Osuna se vio al inicio a dos conjuntos concentrados, que salían con intensidad a los duelos y que poseían suficientes argumentos como para hacer sufrir a su adversario. La balanza se inclinaría ya en los primeros minutos para lado local. En fútbol 7 no puedes dejar ni un metro a tu rival en la frontal, pero eso es justo lo que pasaba. Alfonso Mata recibía una buena descarga de Joel Harper y la colocaba con mimo al palo largo. El mismo protagonista, crack del encuentro, volvería a mojar en el 7’, en este caso, fruto de un contraataque que él conducía y que se encargaba de cerrar una vez recibido el siempre peligroso pase atrás.

La acción del 2-0 explicaba gran parte de lo que se estaba viendo. Mercury también estaba coleccionando llegadas, pero estas no se concretaban por el buen hacer defensivo de su rival, pero sobre todo por la falta de puntería. Del mismo modo, su repliegue dejaba mucho que desear, dejando, pues, carriles por los que colarse a los jugadores vestidos de blanco. Necesitaban de los goles de Daniel Vigil (25 lleva ya este curso) como el comer. El ‘33’ se reconciliaba con su mejor versión por unos minutos y, de hecho, Vigil iba a recortar distancias tras recibir un balón muerto en la frontal. Muy convencidos de sus opciones, todo Mercury se dejaba los higadillos presionando. A pesar de ello, no encontrarían ninguna ocasión clara por culpa en parte de Tsvetozar Petkov, que se multiplicaba en tareas defensivas.

Al filo del descanso, Harper les infligía un golpe moral a los visitantes en forma de 3-1. A pesar de las protestas por falta al portero, el delantero estadounidense se le anticipaba en el buen centro de Manuel Pinto. A partir de ahí, el conjunto de azul oscuro tendría que recorrer su particular ‘via crucis’. Todo lo que pudo salir mal, salió mal, empezando por el gol en propia de Sean Quigley. El ánimo en su tropa decaía a unos niveles tan alarmantes que Daniel Vigil, su mejor jugador, decidía retirarse del partido a pesar de no estar lesionado.

Entre el 31 y el 37’ llegaba la verdadera sentencia, un parcial de 3-0 que reflejaba en el marcador 7-1 a favor de The Cocktail. Rafael Alonso era el primero en abrir la serie con un magistral falta botada. El mediocampista conseguía engañar a todos y tiraba por el lado de Carlos Santiago, el guardameta. Le seguía Pablo Antoñanzas después de un contraataque por banda izquierda que cerraba con un derechazo imposible para Santiago. Cinco minutos más tarde, Tsvetozar Petkov coronaba su partido con un disparo muy pegado al palo corto, precedido por un córner que se había marchado demasiado largo.

Liam Frost anotaba el segundo para Mercury después de una relajación en salida de Rafael Alonso. Con todo, ya era demasiado tarde. The Cocktail tenía cogida la sartén por el mango y combinaba el bloque bajo con el alto más presión para conseguir anotar más goles. Finalmente, llegaría uno más, obra de Duarte Traseira. Un libre directo que se colaba entre los jugadores de la barrera en el enésimo ejemplo de que no fue el mejor día sobre el verde de Mercury.