J2 – Powen vs Statkraft

Los visitantes, que se fueron al descanso perdiendo por 4-0, consiguieron igualar el marcador en el último minuto. Todo el equipo estuvo dirigido y coordinado por un Miguel Gómez que dio una clase magistral de lo que significa ser un líder.

Un jugador que deja su huella en un partido, hasta el punto de ser el mejor, sin siquiera haber marcado un solo gol, tiene algo especial. Un jugador con la capacidad de ver el campo desde dentro y entenderlo como el que lo ve desde la banda tiene algo especial. Un jugador que ordena a todos sus compañeros y les da indicaciones a la vez que regatea a dos contrarios tiene algo especial. Miguel Gómez tiene algo especial. Sobre él se edificó la remontada de Statkraft, que dominó la segunda parte de un partido en el que llegó al descanso 4 goles abajo.

Porque Powen realizó una primera parte inmaculada con 3 minutos mágicos. El equipo local comenzó a un gran nivel, dominando el balón y sin dar oportunidad a unos rivales que tardaron en entrar al partido. Los blancos lo aprovecharon y no tardaron en inaugurar el marcador. Pablo Keller hizo el 1-0 en el minuto 5 gracias a un regalo de Rodrigo Álvarez. El meta de Statkraft falló en el saque con la mano y le entregó el balón al ‘8’ del equipo, que definió desde la frontal del área a placer. El gol avivó más a Powen, que olía sangre y estaba decidido a hacer una escabechina. En el minuto 9 llegó el segundo de los blancos. Esta vez fue Javier Barbudo quien, tocando con la punta de la bota el tiro de un compañero, anotaba para los locales. Los siguientes dos minutos fueron un infierno para Statkraft. Sus rivales supieron exprimir al máximo la situación y consiguieron otros dos goles en los minutos 10 y 11. El primero de ellos fue obra de Mateo Zafra y el 4-0 lo anotó Carlos González con un tiro cayéndose desde fuera del área.

La goleada parecía tomar forma con un Statkraft que estaba a merced de sus rivales. Sin embargo, el bombardeo paró y los visitantes fueron capaces de frenar la hemorragia. El final de la primera parte llegó tras otra gran oportunidad de los blancos en la que Miguel Redondo no pudo definir con claridad ante Rodrigo Álvarez, una ocasión que cambió el rumbo del partido. Fuese lo que fuese lo que hablasen los visitantes al descanso, funcionó. Los visitantes volvieron al campo con el cuchillo entre los dientes y se encontraron con el golpe de suerte que necesitaban. Javier Barbudo, en el primer minuto de la segunda parte, se marcó un autogol en una jugada muy desafortunada. Statkraft acababa de sembrar la semilla de la duda, que iba a crecer como una judía mágica.

Aunque, para mágico, Miguel Gómez. El centrocampista tiró de galones y empezó a organizar a su equipo. Statkraft aún no le había dado la vuelta al marcador, pero sí al juego, y eso empezó a reflejarse en el resultado. En el minuto 35 Paco de Castro hizo el 4-2, un gol que terminó de hacer explotar a los suyos. En el mismo instante en el que el golpeo del ‘10’ desde dentro del área cruzó la línea de gol, la confianza de los suyos se disparó. Con Miguel Gómez a la cabeza, que parecía jugador, capitán, entrenador y hasta presidente de su equipo, todo parecía posible. Entonces, Mateo Zafra, que había logrado un tanto para los suyos, le dio a Statkraft aún más argumentos para creer con su doble amarilla. Powen estaba con uno menos y el golpe de la expulsión se hizo doble con el 4-3 de Álvaro Sánchez en el minuto 42. El azulón definió por el primer palo tras un jugadón de los suyos, que descolocaron por completo a sus rivales gracias a la circulación de balón.

Quedaba poco tiempo, pero en el minuto 48 se presentó la ocasión perfecta para lograr el empate. Una falta en la frontal del área que se encargó de ejecutar Miguel Gómez, que eligió la decisión correcta y la sirvió para que Paco de Castro anotó el 4-4 con la ayuda del poste y desató la felicidad de los suyos.

Powen aun tuvo una falta para volver a adelantarse, pero el tímido tiro murió en las manos de Rodrigo Álvarez. El pitido final hizo oficial la gran remontada de Statkraft. Un encuentro que tuvo una parte para cada equipo y que finalizó con un empate fiel a lo sucedido durante los 50 minutos.